Si todos los caminos llegan a Roma, ¿cómo se sale de Roma?

A veces, pensamos demasiado y sentimos muy poco.

Mi abuelo siempre decía que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo imposible por estar en ella, aunque, en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas, olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos está regalando lo único que no recuperará jamás.

Y es que la vida son momentos, ¿sabes? Que ahora estoy aquí y mañana no lo sé. Y que quería decirte, que si alguna vez quieres algo, quieres algo de verdad, ve por ello y nada más, mirando el miedo de frente y a los ojos, entregándolo todo y dando el alma, sacando al niño que llevas dentro, ese que cree en los imposibles y que daría la luna por tocar una estrella...

Así que no sé qué será de mí mañana, pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo, que los amigos son la familia que elegimos y que yo te elijo a ti, te elijo a ti por ser dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja, que apuesto fuerte por estos años a tu lado, por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado. Tus abrazos, así por que sí, sin venir a cuento, ni tener que celebrar algo.

Y es que en este tiempo me he dado cuenta que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas. Y que tú has hecho infinito mi límite, y así te doy las gracias por ser la única persona capaz de hacerme llorar riendo, por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, con ese brillo en los ojos capaz de pelearse contra un millón de tsunamis...

Así que no... no sé dónde estaremos mañana, no sé dónde estaremos dentro de diez años, ni cómo se sale de Roma, no te puedo asegurar nada. Pero te prometo, que pase lo que pase, estés donde estés, voy a acordarme de ti toda la vida, por eso, mi luna va a estar siempre contigo, porque tú me enseñaste a vivir cada día como el primer día del resto de mi vida y eso, eso no lo voy a olvidar nunca.

viernes, 6 de abril de 2012

Piropos.


Los piropos son halagos y a la vez galanteo que se le dicen especialmente a las mujeres cuando son bonitas, segun cuenta la historia, la palabra piropo es de origen griego: pyropus, que significa rojo fuego, los romanos la tomaron y usaron para clasificar piedras finas llamadas granates, de color rojo rubi, el rubi simbolizaba al corazon, y era la piedra que los galanes le regalaban a la cortejada, quienes no tenian dinero para los rubis les regalaban lindas palabraas, a principios del siglo XVII, se uso con frecuencia en tratados y poesias como simbolo de lo brillante y comparandolo con alabanzas para una mujer bonita, en sentido literario, era sinonimo de chispazo, fogonazo de ingenio, la palabra encendida, el piropo es callejero, improvisado, ocasional, una costumbre oral y popular, halaga o ataca las diferentes partes del cuerpo, solo cuando forma parte de un proceso de conquista y enamoramiento es entonces el primer eslabón, de un ritual amoroso, el enunciado de estos piropos es el querer algo de alguien como una condicion previa a la accion entre el yo y el otro que estructura el enunciado del ser y el hacer: quisiera que fueses.., quisiera ser... los ejes semanticos giran entre la afirmacion y la negacion, entre suposiciones contrarias o complementarias.
Tambien estan los antipiropos, que son esos que caricaturizan al cuerpo agresivamente, en que lo seres humanos se mueven entre la ternura y la agresion y de la palabra que halaga a la que maltrata hay un solo paso, el antipiropo tambien llamara la atencion del piropeado, en este caso la victima, quien respondera con un adjetivo mas agresivo aun o por el contrario, no hara acuse de recibo, aunque algo distorsionado y perdiendo espacio, generador de ira o de una sonrisa incredula, el piropo es una costumbre de habla hispana que para bien o para mal siempre quiedará en el inscosciente colectivo y que nunca pero nunca pasara desapercibido.

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