Si todos los caminos llegan a Roma, ¿cómo se sale de Roma?

A veces, pensamos demasiado y sentimos muy poco.

Mi abuelo siempre decía que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo imposible por estar en ella, aunque, en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas, olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos está regalando lo único que no recuperará jamás.

Y es que la vida son momentos, ¿sabes? Que ahora estoy aquí y mañana no lo sé. Y que quería decirte, que si alguna vez quieres algo, quieres algo de verdad, ve por ello y nada más, mirando el miedo de frente y a los ojos, entregándolo todo y dando el alma, sacando al niño que llevas dentro, ese que cree en los imposibles y que daría la luna por tocar una estrella...

Así que no sé qué será de mí mañana, pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo, que los amigos son la familia que elegimos y que yo te elijo a ti, te elijo a ti por ser dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja, que apuesto fuerte por estos años a tu lado, por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado. Tus abrazos, así por que sí, sin venir a cuento, ni tener que celebrar algo.

Y es que en este tiempo me he dado cuenta que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas. Y que tú has hecho infinito mi límite, y así te doy las gracias por ser la única persona capaz de hacerme llorar riendo, por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, con ese brillo en los ojos capaz de pelearse contra un millón de tsunamis...

Así que no... no sé dónde estaremos mañana, no sé dónde estaremos dentro de diez años, ni cómo se sale de Roma, no te puedo asegurar nada. Pero te prometo, que pase lo que pase, estés donde estés, voy a acordarme de ti toda la vida, por eso, mi luna va a estar siempre contigo, porque tú me enseñaste a vivir cada día como el primer día del resto de mi vida y eso, eso no lo voy a olvidar nunca.

jueves, 16 de enero de 2014

Aquel que se pasa la vida soñando suele acabar viviendo como sueña, sólo.


Y un día sin más abrir mis alas y volar dentro de tu corazón. Andar por el borde de tus pestañas, pensar que son nubes. Dibujar el contorno de tu boca y trepar por un rayo de sol hasta llegar a tu mirada. Despertarme una mañana entrelazada en tus piernas, ver mi nombre en el suelo junto al tuyo. Ponerme una corona, llamarme princesa. Bañarme en tus ojos, y ver nevar porque con la lluvia no nos es suficiente...

Podría asegurar, que cada noche antes de dormir, me pregunto en si recordara al día siguiente cada palabra que nos dijimos en ese día. Si pensara en mi antes de dormir. Si tiene celos del aire que respiro. Si de verdad siente lo que dice sentir. Si realmente me echa de menos cuando estoy fuera.
Me pregunto si leerá un millón de veces cada mensaje que nos enviamos.
Si lucharía contra el mundo entero por mi...
Pero de todas estas preguntas no espero ninguna respuesta, solo me imagino lo que me quiero imaginar y es que esta las 24 horas del día pensando en mi como yo lo hago con el...

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