Estoy mal ¿lo entiendes? Estoy casi ciega, y tú eres lo único que veo, estoy bailando, sola, y rezando para que tu corazón se de la vuelta y recuerde lo que una vez sentiste, mientras camino despacio hacia ti, mi cabeza está a punto de explotar, mi corazón no responde y mis músculos amenazan con aflojarse y hacerme caer al suelo, no soy capaz de mirarte a los ojos y decirte lo que quiero decir, asi que por favor, no lo pongas más complicado de lo que es, pero alguien llega antes que yo e impide que te hable, ella abre sus brazos, y te abraza, quedando tan cerca de ti que apenas hay espacio entre vosotros, ¿sabes? no me siento nada bien al ver eso, porque se que puedo amarte mucho mas, cuando descansas junto a ella, abrazados, y sonrie, yo simplemente muero por dentro, porque no esta bien, yo puedo amarte mucho mas que eso, si destacara entre los demas, al igual que ella ¿me verias? ¿te gustaria entonces descansar en mis brazos y hacerme sentir segura? me salvaste, cada palabra tuya me salva, pero cuando te vas, el dolor vuelve de nuevo, consigo creer que soy fuerte y te veo por la calle, en sus brazos, y me debilito de nuevo, mi cuerpo vuelve a caer, aunque no fisicamente, estoy aun de pie, rezando para que te des cuenta de lo que me pasa, nunca supe como decir lo que me pasaba, pero ahora te estoy pidiendo que te quedes, en este abrazo, un poco mas, solo para recordar este abrazo y poder ver tus ojos cuando cierre los mios esta noche, en mi cabeza, no puedo dejar de repetir el momento en el que te vi con ella, abrazandole, sonriendo y yo, apartada y medio escondida, pensando que podria amarte mas que eso.
Si todos los caminos llegan a Roma, ¿cómo se sale de Roma?
A veces, pensamos demasiado y sentimos muy poco.
Mi abuelo siempre decía que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo imposible por estar en ella, aunque, en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas, olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos está regalando lo único que no recuperará jamás.
Y es que la vida son momentos, ¿sabes? Que ahora estoy aquí y mañana no lo sé. Y que quería decirte, que si alguna vez quieres algo, quieres algo de verdad, ve por ello y nada más, mirando el miedo de frente y a los ojos, entregándolo todo y dando el alma, sacando al niño que llevas dentro, ese que cree en los imposibles y que daría la luna por tocar una estrella...
Así que no sé qué será de mí mañana, pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo, que los amigos son la familia que elegimos y que yo te elijo a ti, te elijo a ti por ser dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja, que apuesto fuerte por estos años a tu lado, por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado. Tus abrazos, así por que sí, sin venir a cuento, ni tener que celebrar algo.
Y es que en este tiempo me he dado cuenta que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas. Y que tú has hecho infinito mi límite, y así te doy las gracias por ser la única persona capaz de hacerme llorar riendo, por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, con ese brillo en los ojos capaz de pelearse contra un millón de tsunamis...
Así que no... no sé dónde estaremos mañana, no sé dónde estaremos dentro de diez años, ni cómo se sale de Roma, no te puedo asegurar nada. Pero te prometo, que pase lo que pase, estés donde estés, voy a acordarme de ti toda la vida, por eso, mi luna va a estar siempre contigo, porque tú me enseñaste a vivir cada día como el primer día del resto de mi vida y eso, eso no lo voy a olvidar nunca.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario