El rey, sorprendido más que conmovido, aceptó el reto, le dijo, "acepto, si una mujer puede hacer todo esto por mí, es digna de ser mi esposa".
Dicho esto, la mujer empezó su sacrificio, empezaron a pasar los días y la mujer valientemente soportaba las peores tempestades...muchas veces sentía que desfallecía del hambre y el frío, pero la alentaba imaginarse finalmente al lado de su gran amor, de vez en cuando el rey asomaba la cara desde la comodidad de su habitación para verla y le hacía señas de aliento con el pulgar.
Así fue pasando el tiempo..20 días..50..la gente del reino estaba feliz, pues pensaban "por fin tendremos una reina"...90 días...y el rey continuaba asomando su cabeza de vez en cuando para ver los progresos de la mujer "esta mujer es increíble" pensaba para si mismo y volvía a darle alientos con señas.
Al fin llegó el día 99 y todo el pueblo empezó a reunirse en las afueras del palacio para ver el momento en que aquélla mendiga se convertiría en esposa del rey, fueron contando las horas...a las 12 de la noche de ese día tendrían reina...la pobre mujer estaba muy desmejorada; había enflaquecido mucho y contraído enfermedades.
Entonces sucedió, a las 11:00 de la noche de aquel dia 99, faltando apenas una hora para que llegara el día 100, la valiente mujer se rindió...y decidió retirarse de aquel palacio, dio una triste mirada al sorprendido rey y sin decir ni media palabra se marchó.
La gente estaba conmocionada, nadie podía entender por qué aquella valiente mujer se había rendido faltando tan solo 1 hora para ver sus sueños convertirse en realidad, había soportado tanto.
Al llegar a su casa, su padre se había enterado ya de lo ocurrido, le preguntó: "Por qué te rendiste a tan solo instantes de ser la reina?", y ante su asombro ella respondió: "Estuve 99 días y 23 horas en su balcón, soportando todo tipo de calamidades y no fue capaz de liberarme de ese sacrificio, me veía padecer y solo me alentaba a continuar, sin mostrar siquiera un poco de piedad ante mi sufrimiento, esperé todo este tiempo un poco de bondad y consideración que nunca llegaron, entonces entendí: una persona tan egoísta, desconsiderada y ciega, que solo piensa en si misma, no merece mi amor.
Cuando ames a alguien y sientas que para mantener a esa persona a tu lado tienes que sufrir, sacrificar tu esencia y hasta rogar...aunque te duela, retírate, y no tanto porque las cosas se tornen difíciles, sino porque quien no te haga sentir valorado no te merece.
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