Si todos los caminos llegan a Roma, ¿cómo se sale de Roma?

A veces, pensamos demasiado y sentimos muy poco.

Mi abuelo siempre decía que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo imposible por estar en ella, aunque, en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas, olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos está regalando lo único que no recuperará jamás.

Y es que la vida son momentos, ¿sabes? Que ahora estoy aquí y mañana no lo sé. Y que quería decirte, que si alguna vez quieres algo, quieres algo de verdad, ve por ello y nada más, mirando el miedo de frente y a los ojos, entregándolo todo y dando el alma, sacando al niño que llevas dentro, ese que cree en los imposibles y que daría la luna por tocar una estrella...

Así que no sé qué será de mí mañana, pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo, que los amigos son la familia que elegimos y que yo te elijo a ti, te elijo a ti por ser dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja, que apuesto fuerte por estos años a tu lado, por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado. Tus abrazos, así por que sí, sin venir a cuento, ni tener que celebrar algo.

Y es que en este tiempo me he dado cuenta que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas. Y que tú has hecho infinito mi límite, y así te doy las gracias por ser la única persona capaz de hacerme llorar riendo, por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, con ese brillo en los ojos capaz de pelearse contra un millón de tsunamis...

Así que no... no sé dónde estaremos mañana, no sé dónde estaremos dentro de diez años, ni cómo se sale de Roma, no te puedo asegurar nada. Pero te prometo, que pase lo que pase, estés donde estés, voy a acordarme de ti toda la vida, por eso, mi luna va a estar siempre contigo, porque tú me enseñaste a vivir cada día como el primer día del resto de mi vida y eso, eso no lo voy a olvidar nunca.

martes, 17 de junio de 2014

De serlo todo, a simples desconocidos.


Esta mañana desperté pensando que aún seguías a mi lado. Giré mi cabeza preparada para observar cómo dormías, y el mundo se derrumbó de nuevo. Todo no había sido un sueño, te habias ido, y eso era todo. Me levanto, y me preparo algo. Junto con un cafe calido me apoyo en el reposo de la ventana, mientras suspiro y pienso. Recuerdo aquellos momentos tan llenos, tan efimeros... Y otra vez vuelve esa sensacion de vacio en mi interior. No puedo seguir asi, todos dicen que debo pasar pagina, pero no se dan cuenta que tu recuerdo es mas fuerte que todas esas cosas. Daria lo que fuera,  cualquier cosa, por volver un instante a tu lado y revivirlo todo, incluso todosy cada uno de los errores que cometimos.
Supongo, que la culpa fue de los dos, pero creo que el dolor es solo mio. No puedo evitar recordarte, no puedo evitar querer tenerte a cada momento... supongo que la solucion no es quedarse en casa, y encerrarse en el servicio mientras caen lagrima tras lagrima, pero a mi me ayuda.
Y es que cada dia me hago la misma pregunta ¿que nos pasó? ¿por que ya no estan esas caricias, esos besos, abrazos, y noches en las que se nos erizaba la piel? ¿Donde se han quedado? Sigo queriendo sentirte de nuevo tenerte cerca, que el aliento sea lo unico que quepa entre los dos. Puede que tu tambien sientas algo de dolor, pero estoy segura que una milesima del que tengo yo dentro. Siempre miro mi telefono, esperando una llamada, un simple mensaje, algo, que pueda llevarme a ti.
Pero a veces, hay que olvidar lo que sientes, y recordar lo que realmente mereces.

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