Si todos los caminos llegan a Roma, ¿cómo se sale de Roma?

A veces, pensamos demasiado y sentimos muy poco.

Mi abuelo siempre decía que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo imposible por estar en ella, aunque, en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas, olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos está regalando lo único que no recuperará jamás.

Y es que la vida son momentos, ¿sabes? Que ahora estoy aquí y mañana no lo sé. Y que quería decirte, que si alguna vez quieres algo, quieres algo de verdad, ve por ello y nada más, mirando el miedo de frente y a los ojos, entregándolo todo y dando el alma, sacando al niño que llevas dentro, ese que cree en los imposibles y que daría la luna por tocar una estrella...

Así que no sé qué será de mí mañana, pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo, que los amigos son la familia que elegimos y que yo te elijo a ti, te elijo a ti por ser dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja, que apuesto fuerte por estos años a tu lado, por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado. Tus abrazos, así por que sí, sin venir a cuento, ni tener que celebrar algo.

Y es que en este tiempo me he dado cuenta que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas. Y que tú has hecho infinito mi límite, y así te doy las gracias por ser la única persona capaz de hacerme llorar riendo, por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, con ese brillo en los ojos capaz de pelearse contra un millón de tsunamis...

Así que no... no sé dónde estaremos mañana, no sé dónde estaremos dentro de diez años, ni cómo se sale de Roma, no te puedo asegurar nada. Pero te prometo, que pase lo que pase, estés donde estés, voy a acordarme de ti toda la vida, por eso, mi luna va a estar siempre contigo, porque tú me enseñaste a vivir cada día como el primer día del resto de mi vida y eso, eso no lo voy a olvidar nunca.

lunes, 29 de abril de 2013

Mi sonrisa es más bonita solo porque eres tú quién me la saca.


Dicen que la novedad siempre gusta, supongo que era una novata en esto del amor, y con mi corazón puesto y en busca de dibujar historias de amor, me fui a quererle.
En los juegos de mayores no te metas- me dijeron.
Yo sin hacer caso, me metí y jugaron conmigo, que divertido es hacer un puzzle de 20 piezas pero como duele que el puzzle sea tu corazón y acabes perdiendo, con pedazos de trozos por el suelo, desplomados como hijas que caen de los árboles, tan pequeños que se hizo grande el dolor, pero el tiempo al fin y al cabo te ayuda, no a olvidar ese amor pasajero de cuando eras pequeño, si no a convivir con ese momento del pasado, que en tu futuro no influirá.
Pasan los años y sigo con mi corazón deshecho y con ganas de ser feliz, ya no soy una niña ni novata porque aprendí que nunca debía de llevar el corazón puesto ya que podían quitármelo sin avisar y romperlo sin preguntar.
Cuando te haces mayor, y empieza el verdadero amor, te empiezan a salir unas mariposas en el estómago y cuando oyes un te quiero de la persona que lo es todo para ti, las mariposas se transforman en unas abejas asesinas que te hacen sentir amor hasta en el estómago.
Pareciendo- esto poco, se ha metido en mi mente controlando cada pensamiento y haciéndose él protagonista de cada uno de ellos. Pero él así me enciende el corazón  y con cada sonrisa es capaz de hacerme feliz, sus abrazos son de verdad de la buena, sus besos llevan una sorpresa dentro, aunque te diga que eres boba te lo dice desde lo más cariñoso de su ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario