Aún no sé qué coño haces aquí, a mi lado, jodiendo cada uno de los planes que tenía despues de tu olvido, aun no se porque te sigo necesitando después de tantas lunas sin ti, la mitad de ellas me quisiste, dos cuartos pasaste de mi. Y ahora dices que quieres volver, y aunque me jodas con tus mentiras yo te digo que si, que vengas, que yo me quiero reír. Porque hacía tiempö que no lo hacía, supongo que tanto tiempo sin ti afecta, afecta dentro, tan dentro que ya no se cual es el limite entre mi corazon y mi cerebro, tan dentro que ya no se si se ha pasado y si tu estupida sonrisa me ha atravesado entera. Lo admito, puede que no tenga el valor de decir que te necesito y solo admito, a medias, que te necesité en un pasado. Déjame decirte que esto es mentira , dejame advertir hasta el menor de tus dulces movimientos y aquellos gestos imperceptibles en tu cara. Puede que hoy me digas que me quieres, mañana te acuerdes, y pasado yo ya haya dejado de existir; puede ser que esa pieza que me completa seas tú, pero la tuya sea ella, aquella que suelo evitar en nuestras conversaciones, más que nada, para evitar desplomarme sobre la cama y resoplar por todas esas veces que te fuiste, hablo de aquello que te cambia el dia, y te roba el sueño por la noche. Así es esto, tú tan lejos, yo tan inmersa en tus pestañas. Todavía espero el día en el que me digas que ya nada tiene sentido cuando ella te acompaña, y que prefieres a alguien como yo a tu lado. Soñar es gratis, ¿no?
Si todos los caminos llegan a Roma, ¿cómo se sale de Roma?
A veces, pensamos demasiado y sentimos muy poco.
Mi abuelo siempre decía que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo imposible por estar en ella, aunque, en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas, olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos está regalando lo único que no recuperará jamás.
Y es que la vida son momentos, ¿sabes? Que ahora estoy aquí y mañana no lo sé. Y que quería decirte, que si alguna vez quieres algo, quieres algo de verdad, ve por ello y nada más, mirando el miedo de frente y a los ojos, entregándolo todo y dando el alma, sacando al niño que llevas dentro, ese que cree en los imposibles y que daría la luna por tocar una estrella...
Así que no sé qué será de mí mañana, pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo, que los amigos son la familia que elegimos y que yo te elijo a ti, te elijo a ti por ser dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja, que apuesto fuerte por estos años a tu lado, por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado. Tus abrazos, así por que sí, sin venir a cuento, ni tener que celebrar algo.
Y es que en este tiempo me he dado cuenta que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas. Y que tú has hecho infinito mi límite, y así te doy las gracias por ser la única persona capaz de hacerme llorar riendo, por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, con ese brillo en los ojos capaz de pelearse contra un millón de tsunamis...
Así que no... no sé dónde estaremos mañana, no sé dónde estaremos dentro de diez años, ni cómo se sale de Roma, no te puedo asegurar nada. Pero te prometo, que pase lo que pase, estés donde estés, voy a acordarme de ti toda la vida, por eso, mi luna va a estar siempre contigo, porque tú me enseñaste a vivir cada día como el primer día del resto de mi vida y eso, eso no lo voy a olvidar nunca.
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