Quien iba a decirlo, que tú cruzarías esa puerta, en la que en la entrada siempre dejabas tu huella en el felpudo de los te echo de menos a ratos, y sin ser nada más que un suspiro, tu espera se hacía larga. Teníamos toda una historia en aquella estancia: tu tenias colgado todos los besos justo al lado del reloj que contaba las caricias que me ibas dando. Si te das cuenta, hablo en pasado. No porque tu lo seas, sino porque es costumbre dejar las cosas a medias. Nos falta una hipoteca por pagar, cada mes me vienen deudas que tengo con tu cuello, aunque voy tirando con las caricias del reloj. Apenas me queda una y media, lo que quiero decir es que, no me importan las facturas que tenga que pagar por cada una de tus infracciones, sino,que te echo de menos, te echo de menos cada vez que respiro, porque siento la necesidad de que estes aqui, a mi lado. Que cuando voy a sacarte del bolsillo porque eres el unico recurso, el bolsillo esta vacio, y tu no estas alli, ¿y si te dijera todo lo mucho que te quiero? ¿bastaria? dime, por favor, que bastaría. Pues estoy empezando a echar de menos tu sonrisa, y tu forma de caminar, y ya no me quedan caricias.
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