Si todos los caminos llegan a Roma, ¿cómo se sale de Roma?

A veces, pensamos demasiado y sentimos muy poco.

Mi abuelo siempre decía que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo imposible por estar en ella, aunque, en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas, olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos está regalando lo único que no recuperará jamás.

Y es que la vida son momentos, ¿sabes? Que ahora estoy aquí y mañana no lo sé. Y que quería decirte, que si alguna vez quieres algo, quieres algo de verdad, ve por ello y nada más, mirando el miedo de frente y a los ojos, entregándolo todo y dando el alma, sacando al niño que llevas dentro, ese que cree en los imposibles y que daría la luna por tocar una estrella...

Así que no sé qué será de mí mañana, pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo, que los amigos son la familia que elegimos y que yo te elijo a ti, te elijo a ti por ser dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja, que apuesto fuerte por estos años a tu lado, por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado. Tus abrazos, así por que sí, sin venir a cuento, ni tener que celebrar algo.

Y es que en este tiempo me he dado cuenta que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas. Y que tú has hecho infinito mi límite, y así te doy las gracias por ser la única persona capaz de hacerme llorar riendo, por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, con ese brillo en los ojos capaz de pelearse contra un millón de tsunamis...

Así que no... no sé dónde estaremos mañana, no sé dónde estaremos dentro de diez años, ni cómo se sale de Roma, no te puedo asegurar nada. Pero te prometo, que pase lo que pase, estés donde estés, voy a acordarme de ti toda la vida, por eso, mi luna va a estar siempre contigo, porque tú me enseñaste a vivir cada día como el primer día del resto de mi vida y eso, eso no lo voy a olvidar nunca.

domingo, 19 de agosto de 2012

Eras como ese silencio que me hacía hablar.


Tal vez necesite refugiarme en algo que no forme parte de ti, lejos de lo acordado, de muestras de cariño falsas, dejemonos en paz de sermones estupidos, ya no formo parte de tu vida, lo sabes, todas las noches soñaba con esos angelitos que tenian tu mismo semblante y admito que era feliz hasta el punto de tener la esperanza de que algún dia me pudieras sonreir, hasta el punto de llegar a lo acordado, tu mano y la mia cogidas, formando un solo ser, ahora me conformo con tan solo bailar un rato con la felicidad, porque se que existe, tu, eras aquel que recogia las promesas, que se quedaron en cuentos, eras aquel que prometio toda una vida contemplando la luna llena, que jamas me haria llorar, soy debil, pero no tanto, y mientras mentias estuve asimilando todo lo que me decias, para que no me resultase tan doloroso a la hora de llorar, lo suelo llamar mi escudo protector, se trata de un sustituto de tu calor, aquel que me dabas con tus abrazos, veras, yo se advertir hasta el menor de tus dulces movimientos, incluso aquellos gestos imperceptibles de tu cara, pero supongo que tu tacto no se convirtio en mas que en tu mano, tras una puerta cerrada.

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