No esperaste siquiera a que me despidiera de ti, bajaste la mirada y te adelantaste a todas las palabras que volaban por mi mente, vi como te dabas la vuelta y observe atentamente como te alejabas, no iba a ser yo quien te detuviera, sin embargo fuiste tu la que un dia me frenó.
Eras todo para mi y lentamente vas desapareciendo de mi vida, es muy suave, casi ni duele, pero siento tu ausencia a cada paso que doy y no quiero que termines de marchar, quiero que te gires, que puedas ver quienes eramos.
Yo te prometí que jamás te olvidaría y confío en que tú tampoco puedas olvidarme, pero todo lo que nos unica se desvanece contigo y creo estar a tiempo de impedir que ocurra, tu eres azul, me sugieres paz, amistad, serenidad, el cielo, el mar..eres mi vida, alguien especial, esto es para ti y haré que lo sepas, porque en mi vida, pase lo que pase, te vayas o te quedes, nadie podrá ser lo que eres.
Si todos los caminos llegan a Roma, ¿cómo se sale de Roma?
A veces, pensamos demasiado y sentimos muy poco.
Mi abuelo siempre decía que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo imposible por estar en ella, aunque, en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas, olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos está regalando lo único que no recuperará jamás.
Y es que la vida son momentos, ¿sabes? Que ahora estoy aquí y mañana no lo sé. Y que quería decirte, que si alguna vez quieres algo, quieres algo de verdad, ve por ello y nada más, mirando el miedo de frente y a los ojos, entregándolo todo y dando el alma, sacando al niño que llevas dentro, ese que cree en los imposibles y que daría la luna por tocar una estrella...
Así que no sé qué será de mí mañana, pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo, que los amigos son la familia que elegimos y que yo te elijo a ti, te elijo a ti por ser dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja, que apuesto fuerte por estos años a tu lado, por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado. Tus abrazos, así por que sí, sin venir a cuento, ni tener que celebrar algo.
Y es que en este tiempo me he dado cuenta que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas. Y que tú has hecho infinito mi límite, y así te doy las gracias por ser la única persona capaz de hacerme llorar riendo, por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, con ese brillo en los ojos capaz de pelearse contra un millón de tsunamis...
Así que no... no sé dónde estaremos mañana, no sé dónde estaremos dentro de diez años, ni cómo se sale de Roma, no te puedo asegurar nada. Pero te prometo, que pase lo que pase, estés donde estés, voy a acordarme de ti toda la vida, por eso, mi luna va a estar siempre contigo, porque tú me enseñaste a vivir cada día como el primer día del resto de mi vida y eso, eso no lo voy a olvidar nunca.
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