Ignacio Torres es un niño tapatío, desde que nació tuvo un miedo espantoso a la oscuridad, todos los días al dormir los padres de Ignacio, encendían las luces de la casa por el miedo de su hijo, pero desgraciadamente cuando cumplió 2 años murió, los padres lo enterraron en el panteón belén ubicado en Guadalajara, Jalisco.
Al día siguiente cuando los padres visitaron a su hijo fallecido se dieron cuenta que la cripta estaba abierta, conforme pasaban los dias este acontecimiento seguia pasando, los padres contrataron un investigador para saber el motivo por el cual se abría la cripta, el investigador comprobó que la cripta se abría por sí sola, se lo comprobó a los padres con un video, los padres no querían aceptarlo, pero al final lo hicieron, se dieron cuenta que el niño aun despues de la muerte, seguia temiendo a la oscuridad, desde ese momento todos los días le llevaban velas para alumbrar la cripta.
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