
No sé como pude ser tan ingenua de pensar que mis palabras te harían cambiar de opinión. Cómo pude por un instante pensar que cambiarías toda una vida por mí. Que mi felicidad sería tuya. Que tu sonrisa permanecería a mi lado eternamente. Que mis manos volverían a acariciarte y mi corazón volvería a latir por ti. Que tus labios me susurrarían palabras bonitas, de esas que sacan la mayor de las sonrisas y un bonito rubor en las mejillas.
No sé como siquiera pensé en pasar un segundo más a tu lado.
Aún pienso en como seria estar cerca de ti cada dia. En verte sonreir a mi lado cada mañana. En desearte buenas noches con tus brazos rodeando mi cintura. En pensar que soy yo y no otra la que te quiera, te mire y te mime. En recorrer un camino juntos, de la mano, olvidandonos del pasado y pensando en el futuro, uno a lado del otro.
Pensando en ese presente que ahora nos pertenecia.
Pensando en cada mirada que me provocaba escalofríos.
Pensando en los besos que nos dábamos en el cruce de cada calle. Pensando en mis manos rodeando tu cuello. Pensando en la magia del primer momento, esa que se escapa con la rutina.
Solo quería que tu felicidad fuera a mi lado. Que tus abrazos fueran mi mayor refugio. Que tus palabras fueran mi huida del mundo. Que tú fueras mi mayor tesoro, ese que cierras bajo llave para que nadie se pueda llevar.
Solo quería pasar un segundo más a tu lado y demostrarte que yo no puedo darte lo que necesites. Solo te quería a ti, solamente a ti.
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