Si todos los caminos llegan a Roma, ¿cómo se sale de Roma?

A veces, pensamos demasiado y sentimos muy poco.

Mi abuelo siempre decía que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo imposible por estar en ella, aunque, en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas, olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos está regalando lo único que no recuperará jamás.

Y es que la vida son momentos, ¿sabes? Que ahora estoy aquí y mañana no lo sé. Y que quería decirte, que si alguna vez quieres algo, quieres algo de verdad, ve por ello y nada más, mirando el miedo de frente y a los ojos, entregándolo todo y dando el alma, sacando al niño que llevas dentro, ese que cree en los imposibles y que daría la luna por tocar una estrella...

Así que no sé qué será de mí mañana, pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo, que los amigos son la familia que elegimos y que yo te elijo a ti, te elijo a ti por ser dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja, que apuesto fuerte por estos años a tu lado, por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado. Tus abrazos, así por que sí, sin venir a cuento, ni tener que celebrar algo.

Y es que en este tiempo me he dado cuenta que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas. Y que tú has hecho infinito mi límite, y así te doy las gracias por ser la única persona capaz de hacerme llorar riendo, por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, con ese brillo en los ojos capaz de pelearse contra un millón de tsunamis...

Así que no... no sé dónde estaremos mañana, no sé dónde estaremos dentro de diez años, ni cómo se sale de Roma, no te puedo asegurar nada. Pero te prometo, que pase lo que pase, estés donde estés, voy a acordarme de ti toda la vida, por eso, mi luna va a estar siempre contigo, porque tú me enseñaste a vivir cada día como el primer día del resto de mi vida y eso, eso no lo voy a olvidar nunca.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Adoro


Adoro la moda aunque sea en exceso. Me encantan las fiestas aunque nunca acaben. Me raya lo vivido y me sopla lo comido. Huelo los perfumes porque adoro sus olores. Me apasiona lo prohibido y me excita lo imposible. Prefiero morir bebiendo y fumando verde a vivir amando. Prefiero una noche, que mil noches juntos. Que corra el aire entre mi pelo es mi pasión, despeinarme por mi perdición. Dar la nota sin tocar campana. Me río de mi mismo porque me encanta. Odio el llorar aunque aun no decidí olvidar como se hacía. Disfruto de mi vida lo que los demás no saben disfrutar de la suya. Cojo el tiempo mal usado para no devolverlo ni malgastarlo. Se reír aunque sufrir, también. Amo lo verdadero. Derrocho lo falso y el dinero. Compro bebida para no tener sed. Disfruto con lo que veo y con lo que no veo también. Me miro al espejo 12 horas al día para salir las otras 12 horas bajo la luna. Adoro las verbenas de verano. Me encanta bailar de noche. No duermo porque ya me aburre. Sonrío porque no lamento. Perdono porque no me importa. Disfruto en las bodas viendo a dos gilipollas que aun creen que será eterno. Me atrae el ver la cara de ella, cuando pilla a su marido follándose a otra.

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