Si todos los caminos llegan a Roma, ¿cómo se sale de Roma?

A veces, pensamos demasiado y sentimos muy poco.

Mi abuelo siempre decía que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo imposible por estar en ella, aunque, en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas, olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos está regalando lo único que no recuperará jamás.

Y es que la vida son momentos, ¿sabes? Que ahora estoy aquí y mañana no lo sé. Y que quería decirte, que si alguna vez quieres algo, quieres algo de verdad, ve por ello y nada más, mirando el miedo de frente y a los ojos, entregándolo todo y dando el alma, sacando al niño que llevas dentro, ese que cree en los imposibles y que daría la luna por tocar una estrella...

Así que no sé qué será de mí mañana, pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo, que los amigos son la familia que elegimos y que yo te elijo a ti, te elijo a ti por ser dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja, que apuesto fuerte por estos años a tu lado, por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado. Tus abrazos, así por que sí, sin venir a cuento, ni tener que celebrar algo.

Y es que en este tiempo me he dado cuenta que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas. Y que tú has hecho infinito mi límite, y así te doy las gracias por ser la única persona capaz de hacerme llorar riendo, por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, con ese brillo en los ojos capaz de pelearse contra un millón de tsunamis...

Así que no... no sé dónde estaremos mañana, no sé dónde estaremos dentro de diez años, ni cómo se sale de Roma, no te puedo asegurar nada. Pero te prometo, que pase lo que pase, estés donde estés, voy a acordarme de ti toda la vida, por eso, mi luna va a estar siempre contigo, porque tú me enseñaste a vivir cada día como el primer día del resto de mi vida y eso, eso no lo voy a olvidar nunca.

viernes, 14 de marzo de 2014

Que me coja por la cintura y se vaya.


Quiero alguien que me quiera de verdad, que me haga feliz sin que sufra.
Que cuando tenga un día malo, que todas las semanas tengo, pues que venga, me de un abrazo y me pregunte como puede ayudar. Que me diga cosas bonitas, pero sin agobiar.
Que le de igual la gente, que simplemente le encante estar conmigo estemos donde estemos. Que siempre me haga caso, que llame mi atención con las cosas más pequeñas. Que me valore, y que sepa lo que tiene antes de perderme. Que siempre que me vea un poco triste venga corriendo preocupado. Que le apetezca hablar conmigo a todas horas, sin importarle el tiempo que pierda. Que me entienda.
Que aunque no le guste alguna aficción que me guste, la comparta aun que sea un día, para que pasemos un rato juntos. Y otro día lo haga yo. Que cuando me vea venga y me abrace, o por lo menos que cuando me vea me sonría, me guiñe un ojo, que me saque la lengua, me coja por la cintura y se vaya, que se moleste en llamar mi atención aunque sea un poquito...que yo vea que aunque sea se da cuenta de que yo estoy ahí, que me demuestre que aunque sea me busca, un poco...Que sepa que pienso en cada momento. Que sea cariñoso. Que cuando le pase algo me lo cuente y yo le pueda ayudar. Que me quiera por todo lo alto, que le de igual todo con tal de estar conmigo. Que nunca me mienta, y que sepa cuando le estoy mintiendo cuando le digo: estoy bien. Y que me diga las cosas claras, que no me deje con dudas. Y si algo le molesta, que me lo diga para que pueda mejorar. Que no solo me diga: que guapa eres. Aunque sea mentira. Que también me diga: me gusta tu sonrisa. O lo que sea.Que no se centre en lo que diga o piense la gente, solo en lo que siente.

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