Si todos los caminos llegan a Roma, ¿cómo se sale de Roma?

A veces, pensamos demasiado y sentimos muy poco.

Mi abuelo siempre decía que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo imposible por estar en ella, aunque, en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas, olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos está regalando lo único que no recuperará jamás.

Y es que la vida son momentos, ¿sabes? Que ahora estoy aquí y mañana no lo sé. Y que quería decirte, que si alguna vez quieres algo, quieres algo de verdad, ve por ello y nada más, mirando el miedo de frente y a los ojos, entregándolo todo y dando el alma, sacando al niño que llevas dentro, ese que cree en los imposibles y que daría la luna por tocar una estrella...

Así que no sé qué será de mí mañana, pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo, que los amigos son la familia que elegimos y que yo te elijo a ti, te elijo a ti por ser dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja, que apuesto fuerte por estos años a tu lado, por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado. Tus abrazos, así por que sí, sin venir a cuento, ni tener que celebrar algo.

Y es que en este tiempo me he dado cuenta que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas. Y que tú has hecho infinito mi límite, y así te doy las gracias por ser la única persona capaz de hacerme llorar riendo, por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, con ese brillo en los ojos capaz de pelearse contra un millón de tsunamis...

Así que no... no sé dónde estaremos mañana, no sé dónde estaremos dentro de diez años, ni cómo se sale de Roma, no te puedo asegurar nada. Pero te prometo, que pase lo que pase, estés donde estés, voy a acordarme de ti toda la vida, por eso, mi luna va a estar siempre contigo, porque tú me enseñaste a vivir cada día como el primer día del resto de mi vida y eso, eso no lo voy a olvidar nunca.

miércoles, 26 de marzo de 2014

De repente te das cuenta de que has encontrado lo que buscabas.


"Así es. Hay instantes en que todo parece posible y todo puede cambiar. En que todo está al alcance de tu mano. Fácil y bonito. Pero de repente llega la duda, el miedo a equivocarse y a no haber entendido bien lo que el corazón siente de verdad. Y puf. Nada. Otra promesa fallida".

De repente te das cuenta de que has encontrado lo que buscabas, de que te gusta cómo vives y con quién compartes tu vida. Te das cuenta de ello cuando de repente, en vez de llegar esa duda, ese miedo a equivocarse y a no haber entendido bien lo que sientes, llega esa seguridad, esas ganas de avanzar sin ningún miedo a equivocarse y la certeza de entender a la perfección lo que sientes. Claro que puedes equivocarte, pero te equivocarás con alguien, y ese alguien te ayudará a rectificar, y claro que puedes no entender bien lo que sientes, por mucho que tú creas que lo entiendes, pero, ¿en qué puedes estar equivocado? ¿Que en realidad te sientes a diez butacas sobre la gente en vez de a tres metros sobre el cielo? No gracias, ya hay muchas que dicen sentirse a tres metros sobre el cielo, me gusta mas mi forma de sentir.

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