Será que lo que yo busco, no existe. Que querer siempre como la primera vez no es bueno, y que confiar de pleno, cerrándole la puerta a la experiencia pasada, tampoco.
Todos hemos vivido silencios, y días en los que no nos sentimos nada. Días en los que no salimos de la cama, y sólo nos apetece nada.
En la vida, no todo es como queremos que sea, no siempre nos quiere quien nos dice "te amo", pero sí que quizás nos ame la persona que sólo se atreve a decirnos "te quiero", seguido de una risa que, no nos suena especial.
La vida es así, pasan los días, los momentos, y cada segundo es irrecuperable, tan ínfimo que no nos damos cuenta de su verdadero valor.
¿Por qué no dije?, ¿por qué no hice?, ¿por qué no fui?, ¿por qué dije, hice, o fui?
Quién sabe si realmente hay destino escrito, o futuro por construir.
Quién sabe si existe el karma, o todo es una serie de catastróficas desdichas.
¿Quién puede esclarecer la verdad de los secretos, y las mentiras de los silencios?
Si el amor es lo que menos se lleva por el mundo hoy en día, ¿por qué nos gusta tanto verlo, leerlo, imaginárnoslo?
Y qué tendrá que ver todo lo que he dicho con lo que realmente quise decir...
¿Quién será el que decide nuestros giros repentinos y nuestros abandonos?, ¿quién es el que mueve los hilos de nuestros labios cuando no nos obedecen a nosotros mismos y dicen cosas que no pensamos, o cosas que sabemos que si decimos, nos dejarán desnuda el alma?
Será que la vida es así, que el arrepentimiento es algo natural, e irremediable; será que las lágrimas no son ácidas, ni tampoco de cristal; será que el corazón no resultó ser ni de papel, ni de metal.
Será que todos debemos pedir perdón alguna vez, y también cuando nos llegue la ocasión...
Será, que a mi, sólo me queda pedir perdón:
Querido estómago: Perdón por todas las mariposas, que solté sin controlar, cuando realmente, fue un error... Perdón por no cazarlas antes de que llegaran a la garganta y se chocaran entre sí, queriéndose morir...
Querida almohada: Perdón por todas las lágrimas, por no consultarlo primero contigo, por abrazarte pensando en alguien que no eras tú, y por golpearte cuando no fuiste tú quien me trató tan mal...
Querido corazón: Perdón por todo el daño. Por todo. Por suplicarte que aguantaras lo insoportable, por prohibirte hablar, por hacer de ti, un viejo músculo algo mal parado. Perdóname por no cuidarte tanto como mereces...
Querido cerebro: Perdóname por no creerte, aún sabiendo que tenías razón. Por no escucharte, y por creer que Corazón y tú estabais en guerra... No sabía, que lo único que queríais era a alguien que concordara con ambos.
Querido tiempo perdido: Gracias por haber existido, por haberme dejado libertad para actuar como quería, y lo siento por no haber comprendido antes, que tú, no volverías.

No hay comentarios:
Publicar un comentario