Si todos los caminos llegan a Roma, ¿cómo se sale de Roma?

A veces, pensamos demasiado y sentimos muy poco.

Mi abuelo siempre decía que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo imposible por estar en ella, aunque, en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas, olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos está regalando lo único que no recuperará jamás.

Y es que la vida son momentos, ¿sabes? Que ahora estoy aquí y mañana no lo sé. Y que quería decirte, que si alguna vez quieres algo, quieres algo de verdad, ve por ello y nada más, mirando el miedo de frente y a los ojos, entregándolo todo y dando el alma, sacando al niño que llevas dentro, ese que cree en los imposibles y que daría la luna por tocar una estrella...

Así que no sé qué será de mí mañana, pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo, que los amigos son la familia que elegimos y que yo te elijo a ti, te elijo a ti por ser dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja, que apuesto fuerte por estos años a tu lado, por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado. Tus abrazos, así por que sí, sin venir a cuento, ni tener que celebrar algo.

Y es que en este tiempo me he dado cuenta que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas. Y que tú has hecho infinito mi límite, y así te doy las gracias por ser la única persona capaz de hacerme llorar riendo, por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, con ese brillo en los ojos capaz de pelearse contra un millón de tsunamis...

Así que no... no sé dónde estaremos mañana, no sé dónde estaremos dentro de diez años, ni cómo se sale de Roma, no te puedo asegurar nada. Pero te prometo, que pase lo que pase, estés donde estés, voy a acordarme de ti toda la vida, por eso, mi luna va a estar siempre contigo, porque tú me enseñaste a vivir cada día como el primer día del resto de mi vida y eso, eso no lo voy a olvidar nunca.

domingo, 23 de octubre de 2011

Odio tu forma de mentirme, engañandome con una sonrisa, odio tu manera de masticar la comida como si toda la vida te fuera en ello. Odio como niegas que te gusto delante de otras personas cuando se perfectamente que tu sientes lo mismo que yo. Odio que te muerdas las uñas. Odio como miras a otras chicas que no soy yo. Odio tus pantalones vaqueros, aquellos que repites dia si y otro tambien. Odio cuando estas con tus amigos y parece que yo no existiera para ti. Odio cuando te pavonceas delante de ellos, como si la vida fuese una competicion y gana el que mas corazones ha roto. Odio que intentes ser el gracioso y que yo sea la unica que no te ria las gracias como una tonta. Odio que me abraces y me sueltes a los tres segundos. Odio tus besos en las mejillas, que parece mas bien que se los das al aire. Odio que me hables de tus novias y que yo no esté entre ellas. Odio tantas cosas de ti, pero ¿sabes que? mas odio que nunca haya probado el sabor de tus labios. Odio no haber sido la primera para tí. Odio que cada dia al despertar solo piense en ti. Odio que cada sueño que tenga, sea para ti. Odio que cada vez que oigo la palabra amor, tu imagen salga en mi mente. Odio dedicarte cada pensamiento que tengo, odio que tu nombre aparezca escrito al lado del mio dentro de un corazon, odio haber fantaseado mil veces con la idea de estar entre tus brazos, pero sobre todo, lo que mas odio es que me hagas que te quiera tanto como lo estoy haciendo ahora al escribir esto. 

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