
Aquel día...íbamos cinco en el coche, camino a un paraíso olvidado, esa casa de cuento en la que vivimos cuando pensábamos que éramos personajes ficticios, siempre felices, adornando cada momento para sentirnos mejor. Íbamos de camino a esa casa que un día nos hizo distintos...cuando llegamos, bajamos. Quizá decepcionados. Esa pequeña casa de muñecas, la que habíamos recordado y llevado en nuestro corazón tanto tiempo, estaba ahora habitada por plantas, que ocuparon nuestro lugar. Aún así, accedimos a ella, solo para ver como fue nuestro pasado. Y lo vimos, nos vimos jugando por los pasillos, con muñecos de trapo, pensando que eran nuestros hijos, aunque casi nos doblaban la edad, nos vimos haciendo esa foto de recuerdo con nuestros primos, con ese vestido que rascaba y aquellos zapatos que quedaban pequeños, nos vimos, subidos a aquella mesa, intentando coger las galletas, que tanto nos prohibían, nos vimos, haciendo la maleta, para irnos de la ciudad, dejando aquel paraíso perdido en el que años atrás vivimos, y siempre recordaremos, aquel sitio que vivió, con nosotros aquella infancia feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario