Tengo tantas cicatrices en las rodillas me recuerdan a mi infancia, en los codos. Tengo estrias y arrugas, tengo marcas del accidente que tuve y suman siete en total. Todas visibles, todas eternas. Pero tengo otro tipo de cicatrices,las que me dejaron tus miradas, cicatrices invisibles que contemplo cuando se va la luz. Cicatrices que han dejado labios, abrazos, caricias. Tengo una herida permanente que me hizo tu cuerpo, no duele, solo quema cuando se llena de ganas.
Mi cuerpo es un campo de batallas, las cicatrices que no se miran con la luz del dia son las importantes, las que han convertido mi piel en un tapete, en un paisaje en alto relieve. A mis cicatrices, las pasadas, a las presentes y a las futuras, amor y versos, porque yo soy una cicatriz latiendo.
-Fragmentos de no sé que, Mercedes Reyes Arteaga.
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