Si todos los caminos llegan a Roma, ¿cómo se sale de Roma?

A veces, pensamos demasiado y sentimos muy poco.

Mi abuelo siempre decía que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo imposible por estar en ella, aunque, en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas, olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos está regalando lo único que no recuperará jamás.

Y es que la vida son momentos, ¿sabes? Que ahora estoy aquí y mañana no lo sé. Y que quería decirte, que si alguna vez quieres algo, quieres algo de verdad, ve por ello y nada más, mirando el miedo de frente y a los ojos, entregándolo todo y dando el alma, sacando al niño que llevas dentro, ese que cree en los imposibles y que daría la luna por tocar una estrella...

Así que no sé qué será de mí mañana, pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo, que los amigos son la familia que elegimos y que yo te elijo a ti, te elijo a ti por ser dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja, que apuesto fuerte por estos años a tu lado, por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado. Tus abrazos, así por que sí, sin venir a cuento, ni tener que celebrar algo.

Y es que en este tiempo me he dado cuenta que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas. Y que tú has hecho infinito mi límite, y así te doy las gracias por ser la única persona capaz de hacerme llorar riendo, por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, con ese brillo en los ojos capaz de pelearse contra un millón de tsunamis...

Así que no... no sé dónde estaremos mañana, no sé dónde estaremos dentro de diez años, ni cómo se sale de Roma, no te puedo asegurar nada. Pero te prometo, que pase lo que pase, estés donde estés, voy a acordarme de ti toda la vida, por eso, mi luna va a estar siempre contigo, porque tú me enseñaste a vivir cada día como el primer día del resto de mi vida y eso, eso no lo voy a olvidar nunca.

jueves, 21 de noviembre de 2013

La vida empieza hoy, ya veremos lo que pasa mañana.


No soporto depender de nadie, ni que nadie dependa de mi. No soporto sentirme controlada, ni tener la necesidad de controlar. No soporto tener la absurda necesidad de sentirte cerca mio o de tener que oir tu risa a todas horas. No soporto perder horas de sueño y aprovecharlas para ver como duermes. No se me ocurre mejor motivo que tu para complicarme la vida.

Hola, me gustaria abrazarte, aunque sea solo un segundo.


Si tiempo atrás me hubieran dicho que a dia de hoy iba a ser tan feliz no me lo hubiera creido, y toda esa felicidad te la debo a ti. No se como lo haces, no se que tienes de especial que consigues siempre ponerme una sonrisa en la cara. Siempre consigues que los momentos a tu lado se conviertan en algo especial, me gusta cerrar los ojos y pensar en ellos ,porque por un momento siento esa felicidad que sentia mientras los vivia. No te puedes ni imaginar lo que siento por ti, y aunque estuviera toda la vida escribiendotelo o diciendotelo no seria suficiente, pero al menos intento que te hagas una idea. Son muchos sentimientos los que llevo dentro, y estoy seguro que solo te pertenecen a ti, porque  tu me has enseñado a sentirlos, me has enseñado a sentir el sentimiento mas bonito que existe, el amor. 
Te has convertido en mi aire, te necesito a mi lado siempre y yo se que cuando me dijiste que seria para siempre me estabas diciendo la verdad, porque cada dia que pasa me lo demuestras, y te aseguro que yo también haré todo lo posible para que así sea. Estar a tu lado es como vivir un sueño, del cual no quisiera despertar jamás.

Me estoy desvaneciendo poquito a poquito.


Mis ojos se van convirtiendo en dos gotitas de liquido salado, es complicado ¿sabes? Porque no tengo ni la menor idea de lo que está pasando aquí, no sé qué estoy sintiendo, no sé por qué me pierdo en todo esto.... ahora noté que necesito apagar la luz.
Es complicado ¿sabes? porque ni siquiera estoy segura de querer salir de este lugar, de prender la luz, de secarme las lágrimas. Supongo que tengo miedo, porque de todas formas siempre es el miedo que me frena. Tengo miedo porque nosé qué me está esperando allí, fuera. Tengo miedo, de que no me guste lo que me está esperando fuera, pero supongo que yo no soy mucho como para cambiar lo que hay allí.
Tengo miedo, de verdad tengo miedo. Me siento como una niña pequeña que se esconde en sus sábanas porque no sabe que hay dentro del armario o bajo la cama... Quiero salir corriendo a un lugar en que nadie me pueda encontrar, un lugar en que no pueda recibir noticias de ningún tipo, un sitio, en el que, pase lo que pase, yo no me entere. Allí quiero estar con mi música, con mis libretas, con mis lápices y mis cuadernos.
Allí quiero estar, lejos, escondida...Yo...en realidad yo... no sé qué hacer. Ni qué pensar, ni qué esperar. Mi amiga me dice que tengo que confiar, que todas las cartas están a mi favor y que está más que claro lo que va a suceder...Pero yo, todavía tengo miedo. Creo que es por las cosas que tuve que pasar de pequeña, siempre me decían eso, que todo estaba claro, que lo que iba a suceder iba a ser favorable para mi, pero siempre era lo contrario, siempre salía perdiendo. 

Terminaba sola, sola, todos me dejaban sola. Y ahora yo quiero estar sola, pero quiero estar sola para que los demás no tengan la oportunidad de dejarme. 
Me arden los ojos, creo que es porque he llorado toda la mañana y la tarde. No me gusta estar así, con toda esta inseguridad, con toda esta pena, esta angustia, porque a mi tambien me gusta disfrutar de las cosas de la vida, pero siempre hay días en que las cosas parecen ir completamente mal, días en que a pesar de que en el cielo haya un sol inmenso, tú mueres de frío.

Yo... yo sigo teniendo miedo. Mis latidos se aceleran, mis ojos se llenan de más lágrimas, me molesta, me hiere, me daña. Yo no quiero estar así, pero no puedo evitarlo, no puedo... Estoy llorando como una niña pequeña, quejandome de poco y arrugando los ojos, apretandolos, tratando de que las lágrimas no se me escapen, pero no lo aguanto. 
Siento que me duele el alma, y no puedo hacer mucho para cambiar eso, aunque sigo sin entender el porque de sentirme tan desdichada. Se me aprieta el pecho, me siento ahogada. Y probablemente eso deberia estar pasnadome ahora, deberia estar ahogandome ¿puedo hacerlo? Seria algo realmente grato. No sé por qué me da por sufrir tanto, ahora solo falta que el se apiade de ella y le pida volver, que se equivoco, que lo perdone... y creo que eso es lo que mas me aterra ahora, me duele , me daña completamente.

Siento que me desvanezco, cierro los ojos e intento abrirlos y me pesan los párpados, cada vez un poquito más. Siento esa cosa rara a la que todos llaman angustia, pero no puedo definirla, no puedo describirla, por que no estoy segura de que es, ni como es precisamente... y precisamente esta pasando lo que temia que pasara, que a el le diera pena, es que simplemente no puedo seguir..  

Hay mundos en los que hace falta estar ahí.


Iba a cambiar por ti, por ser como tu quieres, por merecer tus besos, tus te quiero, por estar a tu altura, yo iba a cambiar a mejor, no se ni que iba a hacer por lograrlo, pero todo lo que me pidieras, aunque me costara la misma vida lograrlo, creo que lo intentaria, bueno no lo creo lo se, y ahora estoy aquí para decirte que estoy dispuesta a cambiar y quiero una oportunidad, a tu lado.

Solo sigue el compás, el ritmo te traerá de regreso a mí.


-Te quiero, esta vez enserio, sin mentiras, sin engaños, solo tú y yo, ¿que me dices?
+Vete a la mierda.

La visión de nosotros puede que sea algo borrosa, pero está ahí.


Hay momentos en la vida en que una sola decision, en un solo instante cambia irremediablemente el curso de las cosas...
Cuando decides disparar a alguien, cuando decides quererlo o no quererlo, cuando decides tirar para adelante, cuando decides mentir, traicionar, ocultar o cruzar la linea...
Esa decima de segundo podra hacerlo girar todo al lado oscuro o inundarlo de luz, podra hacer de ti un heroe o un criminal, podra llevarte al cielo o al infierno... 
Pero siempre será un lugar desde el cual no podrás volver atras...

No te olvides de mi nombre.


El secreto está en llegar por detrás, cubrirle los ojos y dejar que sienta que eres tú.